jueves, 15 de septiembre de 2016

UN LUJO PARA ALGUNOS

Hoy,  después de tratar temas como la desaparición de Diana Quer o la dimisión de Rita Barberá del Partido Popular, han emitido este pequeño reportaje en Espejo Público:


Lo siento, no puedo evitarlo, pero me da asco vivir en un mundo así. Uno puede tener dinero, puede tener lujos; coches caros, relojes de oro, mansiones, abrigos de pieles… Pero, aunque pueda parecer demagoga, no me parece justo que eso ocurra en un mundo donde hay gente que muere de hambre.

No voy a decir que con el medio millón que lleva esa mujer repartidos en la muñeca y los tobillos se podría aliviar la situación de muchas familias, se podría ayudar a niños enfermos o se podría invertir en diversas causas sociales. Es su dinero y puede hacer lo que quiera con él. Lo que me pregunto es: ¿qué satisfacción puede aportarle a una persona tener en sus muñecas y tobillos joyas por valor de medio millón de euros?, ¿le hacen más feliz?, ¿le proporcionan algún tipo de placer que no soy capaz de comprender?

¿Será que esta gente es feliz sabiendo que puede gastarse en pulseritas lo que aliviaría el sufrimiento de muchas personas? ¿Es una manera de sentirse superior a los demás, de sentir que los demás deben venerarlo porque puede llevar en su muñeca lo que otras personas no serán capaz de conseguir en toda una vida trabajando?

Y, por último, ¿ha hecho algo especial esta mujer para poseer tanto dinero? ¿Es virtuosa en algo, muy por encima de los demás, para poder permitirse gastarse el dinero en gilipolleces, cuando otros sabrían invertirlos en causas mucho más justas y valiosas para la humanidad?

Lo siento, pero cosas como estas hacen que no me guste el mundo en el que vivo. 

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