viernes, 15 de mayo de 2015

VIAJAR EN EL TIEMPO

A muchos nos gustaría viajar en el tiempo. La fotografía es una forma de hacerlo. No puedo coger una máquina del tiempo y trasladarme cien años atrás, pero puedo observar fotografías, concentrarme en ellas e imaginar los colores, los movimientos y los olores que le faltan.

Hoy me han enseñado una fotografía de mi pueblo del año 1876. La gente se agrupa en torno a una ceremonia religiosa, donde se bendice la campana de la iglesia. Se ven muchos niños en la foto. Es inevitable que se me pase por la cabeza que toda esa gente ya está muerta y seguramente enterrada en el cementerio municipal. Hace 139 años que alguien tomo esa foto, imposible que quede alguien vivo.

Hace menos de dos semanas fui a visitar a mi familia al pueblo. Estuve en esa misma plaza de la iglesia, en un evento importante al que acudió muchísima gente. Me pregunto si alguien dentro de 139 años observa una foto de ese día y se le remueven las mismas cosas que a mí. Seguramente, en la foto de 1876 hay algún antepasado mío. ¿Habrá descendientes míos observando una foto de mi presente? Sea como sea, algún día yo me iré, todas las personas que yo conozco se irán, pero la vida seguirá y nuevas personas ocuparán los espacios de los que nos fuimos.